sábado, 28 de enero de 2012

Tercer día de presentaciones (17/01/2012)

Durante el tercer día de presentaciones los temas fueron: Economía y Religión, Industria americana y China y Brasil. Tras haber disfrutado de los temas expuestos durante los dos primeros días, había cierta curiosidad por escuchar los que los compañeros nos iban a contar en este tercer día.

La primera exposición, sobre Economía y Religión. El objetivo de la misma era presentarnos la influencia de la moralidad de 2 religiones en la economía real: La cristiana (Iglesia católica por un lado, protestantismo por otro y por último el denominado socialismo cristiano) y el islam (sorprendentemente, en un solo bloque, a pesar de sus numerosas divisiones).

La Iglesia católica fue la primera de ellas. El catolicismo pone la economía al servicio de Dios, por lo que iría en contra de las bases capitalistas. Aunque el derecho a la propiedad privada no va en contra de su moralidad, el uso común de las los bienes debería prevalecer ante todo, hay que asegurar el uso común los que se nos ofrece, ya que existe un derecho a la existencia. En este sentido, lo primero sería el trabajo y lo segundo el capital para la empresa, y no al revés. El obrero no tiene que arriesgar su capital, por lo que el asalariado nuca formará parte de la empresa y debe sobrevivir con la renta de su trabaja. Esta renta, en forma de salario, le debe ser adelantada para poder vivir.

El protestantismo nos da una visión diferente del dinero: este, como todo, debe ser sometido a Dios. Por ello, el dinero da sentido a todo. Acumular riqueza en la tierra, significará también acumularla después de la muerte. Por ello, para el protestante, el trabajo es sagrado. En este sentido, los que podríamos denominar santos en el protestantismo, han sido siempre emprendedores y creadores de empresas. Según Webber, existe una relación muy fuerte entre éxito y creencias. No es de extrañar que en los países donde nació la revolución industrial la moralidad protestante tuviera un importante peso.

El socialismo cristiano propone algo totalmente diferente con respecto a las dos teorías anteriores. Esta corriente defiende que la Iglesia ha corrompido el mensaje socialista de Cristo. Aunque aún así, su objetivo era luchar contra el movimiento revolucionario de la lucha de clases. Defiende la distribución de la riqueza. No existe la propiedad, solo de determinados bienes. Pero nunca del terreno. La tierra no se puede poseer. Podemos situarlo entre la teoría capitalista y socialista.

En cuanto a la economía islámica, es el Corán el que recoge las leyes de moralidad. En el Corán, aunque por desconocimiento pueda parecernos lo contrario, la solidaridad es lo que prima. En concreto, la exposición giró en torno a la banca islámica. Esta se limita a lo que el Corán expone, y se sitúa en contra de la usura (aunque solo entre musulmanes, ya que si prevén prestar dinero a creyentes de otras religiones, a pecadores). Aunque ya había oído algo sobre este tipo de banca, vino a completar la poca información que tenía al respecto. Al situarse en contra de la usura, no existe en este tipo de banca los intereses, y solo en caso de que la empresa tenga éxito, el banco se cobrará algo de beneficio. Dichas inversiones de los bancos en empresa buscarán siempre el crecimiento real, es decir, los productos financieros son considerados como amorales, y solo se ha de invertir en economía real.

Idea más que interesante. Esto se basa en la idea del zacad (que se ha traducido, quizá erróneamente, como limosna), que lo que busca es la redistribución de la riqueza y prima sobre cualquier otro tipo de ideología (el capitalismo, en concreto). En el islam no hay división de clases, aunque haya ricos y pobres. En cierto modo, el zacad es una forma de purificación para los musulmanes. Se basa en principios de solidaridad y caridad, y refuerza la unidad entre musulmanes.

El segundo tema presentado fue la Industria americana. La industria americana es busca, ante todo, el beneficio, la máxima ganancia, como cualquier sistema capitalista. En concreto, se centraron en la industria armamentística, en lo que denominaron el negocio de la guerra. Hablaron de la burocracia político-militar, ya que se mezclan los intereses económicos, políticos y militares.

Para empezar, expusieron que gran parte del sistema económico americano es sostenido por la industria armamentística, ya que no solo crea puestos de trabajo directos en la producción y venta, sino que es un gran demandante de materias primas y crea miles de puestos de trabajo indirectos. Además, en el sistema actual, la inversión en industria armamentística asegura un beneficio bastante amplio a medio plazo. La carrera armamentística es clave en la supremacía ,no solo militar, sino también económica, de los EEUU. Es las máxima expresión del capitalismo, y tiene difícil liquidación por la gran cantidad de intereses que genera. Además, hay que tener en cuenta que la industria armamentística es la que más financiación, tanto privada como pública, recibe.

Con respecto al negocio de las armas, distinguieron entre tres tipos de clientela: la sociedad civil (la posesión de armas en los EEUU no es lega, sino que muchos la consideran como un derecho constitucional), otros estos y grupos paramilitares.

Ante la gran producción armamentística, aunque también para poder mantener el sistema actual, EEUU se ha visto obligado a buscar nuevas amenazas y de reaccionar ante las mismas. Por ello, nos encontramos que en las últimas intervenciones militares americanas, siempre ha habido un peso fundamental de intereses ocultos, sin los que las guerras no tendrían sentido. A esto, hay que sumarle que la OTAN carece de competencias suficientes para frenar la acción de los EEUU.

En cuanto a la última exposición, breve porque no disponían de demasiado tiempo, aunque por ello no carente de cierto atractivo, los temas fueron dos de los llamados países emergentes, China y Brasil.  
En Brasil, Lula rompió con todo lo que se había venido haciendo hasta entonces. Observando las estadísticas de los últimos años, podemos considerar que de modelo de economía social de mercado ha sido un éxito en el país sudamericano. Se ha reducido considerablemente la inflación, se ha recuperado la confianza de la población pero también de los llamados (y malditos) mercados. El PIB ha crecido por encima del 5% en los últimos años en Brasil, siendo una de las economías mundiales con mayor crecimiento. Además, ha reducido la dependencia energética del exterior y ha crecido el empleo. El proyecto de Lula, de buscar un capitalismo ‘menos malo’ y más justo, ha tenido cierto éxito.

En China, tras la reforma de Deng Xiaoping que afectó a la agricultura, la industria, la defensa y la ciencia y la tecnología, se produjo un gran proceso de crecimiento, tanto económico como de mejorar de la calidad de vida. En los 90 se produjo una gran acumulación de reserva monetaria extranjera, convirtiéndose en uno de los grandes compradores de deuda de estados del mundo, y también recibió una gran inversión de empresas extranjeras, debido sobre todo al bajo precio de la mano de obra y las favorables condiciones laborales para los empresarios. Por ello, se ha convertido a su vez en uno de los principales exportadores del planeta.

Durante este tercer día de exposiciones, se nos presentaron 3 temas a priori diferentes entre sí, pero que giraron en torno al capitalismo. Aún así, cada una propuso interesantes ideas y aporto nuevos conceptos e informaciones que yo personalmente desconocía. Un 10 para mis compañeros.

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