martes, 29 de noviembre de 2011

Conexiones ocultas de un médico


Sé que la recomendación debía ser sobre 1 libro, pero la verdad que durante el último año han llegado a mis manos dos libros que, de diferente manera, merece la pena recomendar.

El primero es una novela, ‘El médico’ (‘The Physician’ es el título original) publicada en 1986 del celebre autor estadounidense Noah Gordon. La trama de la obra resulta aparentemente sencilla: un joven inglés del siglo XI, Rob J. Cole queda huérfano de padre y madre a muy temprana edad y, al igual que sus hermanos, se les distribuye entre conocidos de la familia. El joven se une a cirujano-barbero que recorre los pueblos de gran bretaña vendiendo un licor que, aparentemente cura casi todo tipo de dolencias. Rob descubrirá que tiene un don para la medicina y tratará de aprender el máximo de su maestro. Con el tiempo, decide que no es suficiente, y siente la necesidad de convertirse en el mejor médico posible, y para ello deberá recorrer Europa para llegar a Ispahán, en Persia, donde se encuentran las mejores escuelas de medicina y los mejores médicos, como Ibn Sina. Para ello, deberá hacerse pasar por judío, ya que en las escuelas persas no acogen a estudiantes cristianos, y por tanto no solo tendrá que estudiar el Corán en su nuevo destino, sino también el culto hebreo. El resto de la trama narra las aventuras del joven Rob en Ispahán y como llegará o no a ser un celebre médico.

Pero no es la trama del libro (aunque he de reconocer que tiene una capacidad de engancharte bastante fuerte), sino el personaje principal y lo que le mueve. Su objetivo no es ser un médico por alcanzar cierta posición social, o una forma más sencilla que la de cirujano-barbero de ganarse la vida, sino aprender. Aprender todo lo que pueda sobre medicina, aprender aunque para ello deba cuestionar algunas leyes vigentes (como no abrir cuerpos humanos para estudiarlos, porque se trata de una norma religiosa), aprender para poder ayudar a sus pacientes, a esos a los que su don les indica que se les esfuma la vida. Rob no busca la felicidad a través del dinero, ni de las posesiones o el respeto, sino del conocimiento. De cómo el, un simple inglés, puede ayudar a los demás, y como maximizar esa ayuda. Y esa voluntad para aprender, con la que recorre Europa en el siglo XI para poder aprender de los mejores, es la que, personalmente, me engancho a la novela. La verdad, no soy muy aficionando a la novela histórica, pero he de reconocer que este libro me atrapó durante algo más de dos semanas. Eso si, mi recomendación personal (si se puede) es que la lectura se haga en inglés, ya que hay muchos matices del libro que no son fácilmente traducibles.

Por otro lado, y como ya he comentado que no soy muy aficionado a las novelas, tengo que recomendar uno de los libros que me he leído para el trabajo de grupo de la asignatura. La verdad, es un libro cuya lectura debería casi obligada para todos los que estén interesados en soluciones alternativas a los problemas actuales. El autor es Fritjof Capra, y cabe destacar que, desde mi punto de vista es uno de los personajes más interesantes de nuestra época. Ha trabajado como investigador en física subatómica en universidades como la de París o la de California, aunque las tesis que más me han llamado la atención de Capra son las referentes a biología o ecología. En su obra, ‘Conexiones Ocultas’ hace una interesante reflexión sobre los problemas de nuestro mundo (el libro está editado en 1996, pero trata problemas muy actuales, incluso algunos que ni el mismo se hubiera imaginado, ya que en cierta manera vaticina la crísis financiera que comenzó en 2008 y que aún arrastramos).

La lectura del libro debe realizarse como un conjunto, no como una suma de capítulos. La idea general que propone el autor en su obra no puede ser llevada a cabo si no se lleva como idea general y se trata de prescindir de algún paso. Es, sencillamente, un libro que propone una revolución, pero una revolución sostenible. A través de la obra nos muestra como no es necesario cambiar el sistema para provocar dicha revolución, sino que la propia lógica del cambio hacia un mundo sostenible, que obviamente será rentable, es la que acabará con el sistema actual de producción. La obra me parece un estudió genial sobre los problemas que sufre la actual sociedad insostenible, y las soluciones que propone resultan tan lógicamente aplastantes que hace plantearse que fuerzas existen que estén en contra del cambio. Se trata de un libro totalmente recomendable para cualquier persona interesada en entender que otra sociedad es posible, y no solo que es posible, sino que por fuerza terminará siendo real. Aunque Capra tiene otra obra que habrá sobre el ecologismo y el sistema, expandiendo su teoría de que el mundo es una gran tela de araña donde todo esta conectado y el hombre no solo no está fuera de la misma, sino que se trata de un hebra más, denominada ‘La trama de la vida´ , ‘Conexiones Ocultas’ , va un paso más allá a la hora de aportar soluciones.

Estos son las dos obras que yo, personalmente, recomendaría casi a cualquier tipo de lector. No son de complicada lectura, aunque si que es verdad que el segundo, en ocasiones, utiliza un lenguaje más técnico para explicar determinados cambios tecnológicos, por lo que animo a todos a echarles un vistazo.

jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Puede una concepción del mundo ser considerada ciencia?


La semana pasada discutimos en grupos en clase sobre la lectura de ¿Qué es la concepción del mundo? de Manuel Sacristán. En nuestro grupo de debate el primer que realizamos fue nombrar a un observador, que realizó a su vez la función de coordinar el debate. Además, decidimos dividir el debate en 3 fases.

Durante la primera, individualmente anotaríamos las ideas principales de la lectura, y los comentarios que se nos ocurriesen al respecto, para concretar la discusión y hablar de cada uno de los temas que cada uno de nosotros quería tratar. Además, se decidió que se intervendría por turnos según la necesidad de opinar o intervenir, pidiendo el turno a mano alzada.

La segunda fase fue la presentación del texto. En esta fase, y ya sobre la marcha, nos encontramos con la necesidad de dividirle en dos etapas: la primera consistiría en una identificación general de las ideas principales del texto; y una segunda etapa en la que entraríamos más profundamente en el desarrollo de las ideas.

Como ideas principales del texto de Sacristán se destacaron en el debate, sobre todas, la definición de concepción del mundo. Se destacó también la idea general del texto de que las ideologías que tratasen de proponer una concepción del mundo no podrían ser ciencia (aunque fueran denominadas como tal), sino que se trata de filosofía.

Más profundamente, el texto nos transmitió tres ideas mas concretas sobre esas ideas principales. Las concepciones del mundo contienen afirmaciones generales que no pueden ser verificables, por lo que no se podría hablar de ciencia. Además, las concepciones del mundo no pueden ser consideradas como universales, ya que cada sociedad tiene su propia concepción del mundo, en función de su historia y cultura, por lo que en esta aspecto, fundamental por otro lado, tampoco se puede considerar como ciencia. Las concepciones del mundo no deben ser entendidas como filosofía sistemática, ya que deben ser entendidas como parciales y sectoriales y no pueden hacer previsiones exactas. Por último, se relaciona las concepciones del mundo con Marxismo y ciencia, y se concluye que el Marxismo no puede ser ciencia debido al materialismo histórico (muchos autores defienden precisamente que el Marxismo es ciencia precisamente por la teoría del materialismo histórico, cuando es lo opuesto), ya que define cómo debe ser la sociedad y no como es, y la ciencia no es el deber ser, sino que es el presente y es universal (el materialismo tampoco es universal).

La última fase del debate consistió en una ronda de opiniones y aportaciones personales sobre las lecturas, una crítica subjetiva y posibles interpretaciones de las lecturas. Aunque el tiempo con el que contamos fue limitado, surgieron diferentes ideas que cabe destacar: ‘La concepción del mundo no puede ser, en ningún caso, científica, ya que es totalmente subjetiva’, ‘Aún así, la ciencia, al ser de carácter humano, empieza desde la concepción del mundo, y por mucho que se depure, no se podrá eliminar del todo esa parte de la ciencia’, ‘La objetividad es una herramienta imprescindible de la ciencia, al revés de la concepción del mundo’, ‘La ciencia es ciencia porque es humana, y por tonta subjetiva, por lo que en cierta manera también podríamos considerar ciencia ciertas concepciones del mundo que se basen en la investigación y la empiricidad de los hechos’

lunes, 14 de noviembre de 2011

Cómo SON las cosas (y no como deberían ser)


En la lectura de Gino Longo el autor hace un análisis sobre el concepto histórico de qué es la ciencia, según la corriente ideológica marxista. En la lectura, el autor nos habla de la ciencia desde el punto de vista materialista: concebir materialistamente la naturaleza no es sino concebirla pura y simplemente tal y como se nos presenta sin aditamentos extraños (F. Engels, Dialéctica de la Naturaleza).

Según esta teoría, la ciencia busca las leyes del universo empírico que rodea al hombre, es decir, del conocimiento de la realidad en la que el hombre se halla sumergido. Dicho conocimiento no debe solo describir la realidad, sino explicarla y ayudar a la Humanidad a comprenderla, y para ello, la ciencia debe crear esquemas donde cualquier objeto aislado halle su lugar. Es decir, la realidad debe ser explicada a partir de su propia realidad, sin condicionamientos (sin introducir explicaciones o elementos que no estén en su propia realidad).

La ciencia, según esta teoría, de ser forzosamente materialista, y por lo tanto, el marxismo supone la primera concepción del mundo basada exclusivamente en la ciencia. Y por tanto, la única forma de valorar los resultados de las actividades cognoscitivas será contrastarlos con la realidad del hecho. Además, este conocimiento, como se ha demostrado a lo largo de la historia será utilizado por el ser humano para transformar la naturaleza que le rodea. Es decir, pasa del conocimiento a la acción, usando este para su propio beneficio.

Por último, el autor nos habla del ser humano científico por si propia naturaleza de utilización de la naturaleza usando el conocimiento adquirido. El ser humano, social por naturaleza, desempeña dos funciones dentro de la ciencia: la acción colectiva y el pensamiento individual. El primero es consecuencia del segundo, ya el pensamiento es el que lleva al ser humano, de forma individual, a llegar a sus propias conclusiones sobre el mundo que le rodea, pero necesita de un colectivo para ponerlas en práctica.

Para concluir, añade una cita sobre Albert Einstein, muy acertada desde mi punto de vista, que resalta que el conocimiento científico es una de las más altas cimas que el hombre puede alcanzar, aunque no es el camino que nos indica el como deberían ser las cosas, sino el como son.